jueves, 14 de febrero de 2013

En este día del amor y la amistad Debo reflexionar acerca de lo que me esta pasando, más allá de cantar una rolita pop o un desgarrador bolero. Me da la impotencia porque me percato que estoy en un estado mental muy patológico, que no me lleva a nada bueno, donde creo que la onda es estar corrigiendo y señalando a los demás cosas que considero "errores o faltas" hasta de pronunciación me alejan/aíslan de los demás. Quisiera escapar a través del tiempo y por unos instantes traer un poco de la savia que me alimentaba cuando era un inocente niño de ciudad, no era tan Rottenmeier. Cuando los cines todavía tenían un prestigio y se anunciaban con una película. La decadencia de ellos ya había empezado, pero por nuestro mercado proteccionista, nadie se percataba de las consecuencias del neoliberlismo que poco a poco se habría paso en el México de los ochentas. Hoy en pleno 2013, se siguen haciendo películas nacionales, aunque para ello los autores (los nuevos) se meten en camisa de once varas, realizando trabajos que nadie entiende, en ocasiones bien sórdidas o lentas a paso de caracol pero que no llegan a nada. Aquí tal vez me este metiendo la zancadilla, porque mi "modernismo" beligerante solo concedería tregua a trabajos que tienen una dirección pero que terminan concluyendo algo. Aquellas producciones tibias o con un lenguaje cinematográfico que conecta con todo menos con el corazón. O bien churros con un estilo que imita a la comedia norteamericana o española, pero que se excede de estéril. Ni una "mala palabra", ni una crítica social, política o ecológica (aunque sea chiquita) al Statu Quo... Bueno pero me he alejado de las primeras ideas, en parte mis neuras se deben porque no he descargado. Obvio ya necesito, sentarme y platicar unas cositas con "La" terapeuta. Pero además he dejado de lado muchas actividades que me hacen bien, quién ha ganado, esa adictiva televisión que en ocasiones solo se ve por inercia. Creo que con ella si aplica "Costumbres" de R. Durcal, "aunque ya no sientas más amor por mi, solo rencor... yo tampoco tengo nada que decir y eso es peor, pero te extraño como te extraño, no cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor". Mi placer, así como expreso sobre la esterilidad cinematográfica México-Gringa o viceversa, se ha visto comprometido. Tengo que retomar el camino de la meditación y la yoga en miras a mejorar ese disfrute. El dibujo y la lectura también se han visto afectados. En este caso se debe a una dispersión terrible cuando puedo dedicarme a ellos y tambíén a errores de planeación de tiempos... había dicho zancadilla, si eso es, no me he puesto a dirigir los caballos con plena conciencia de que yo soy el jinete, no son los fantasmas del ayer o los miedos del futuro... ¡Ah pero como te saboteas, Francisco! Mas Heidi y menos Rottenmeier... ¡Adelaidaaaa!

No hay comentarios: